A mi hijo no le gusta el futbol

6 señales de que su hijo debería dejar un deporte
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La actividad física es una de las partes más importantes de la salud, el bienestar y el aprendizaje de un niño. Ayudarles a incorporarla a su vida es una gran prioridad en la crianza moderna; sin embargo, muchos padres se consternan al comprobar que su hijo o hija no se interesa por el deporte. En este artículo, te ayudaremos explicándote cómo conseguir que tu hijo haga deporte y se divierta haciéndolo.
Thomas Jefferson afirmó célebremente que una persona de cualquier edad debería dedicar al menos dos horas al día a hacer ejercicio, ya que “un cuerpo fuerte fortalece la mente”. Esto es aún más cierto cuando se trata de niños: los deportes infantiles no sólo mantienen fuertes los cuerpos jóvenes, sino que también ayudan a las mentes en crecimiento.
La principal forma de interacción de un niño con el mundo es a través del tacto físico y el juego. Los niños cogen cosas y las examinan con las manos. Aprenden la estimulante sensación de correr y perder el aliento. Principios como el trabajo en equipo, la amistad y la diversión surgen naturalmente de estas actividades, y forman conexiones neuronales que contribuyen en gran medida al crecimiento emocional e intelectual del niño.
Cuando tu hijo no es el mejor del equipo
Normalmente, todo el mundo quiere marcar goles cuando juega al fútbol. Por eso, no es de extrañar que la mayoría de los niños quieran ser delanteros. Los jóvenes futbolistas idolatran a jugadores como Messi, Ronaldo, Neymar, Salah, Mbappé, etc., pero ¿qué pasa con los Chiellini y van Dijk de este mundo?
Defender no es tan popular como atacar… y eso puede ser bueno. Sobre todo para los más jóvenes, marcar goles puede ser el todo y el fin. Eso significa que todos quieren jugar en la delantera y nadie quiere defender.
Sin embargo, si a tu hijo le gusta defender, automáticamente tendrá menos competencia por su puesto. Menos competencia significa más tiempo de juego, y más tiempo de juego le permitirá desarrollarse más rápidamente.
Lateral” es el término colectivo que designa a un lateral izquierdo y a un lateral derecho. Estos jugadores actúan en un lateral del campo, normalmente flanqueando a una pareja de centrales. A menudo se les pide que suban y bajen por el campo, contribuyendo a los ataques con centros.
La lista de futbolistas que han cambiado de posición a lo largo de su carrera es interminable. Si a su hijo aún le queda algo por convencer, aquí tiene una lista de futbolistas que decidieron probar suerte en una nueva posición y no miraron atrás:
Cuándo sacar a su hijo de un equipo
No todos los niños tienen por qué apuntarse a un equipo; con otras actividades suficientes, los niños pueden estar en forma sin necesidad de ellos. Pero intente averiguar por qué su hijo no está interesado. Tal vez pueda ayudar a resolver problemas más profundos u orientar a su hijo hacia otra cosa.
Aunque existen muchos programas deportivos para niños en edad preescolar, la mayoría de los niños no adquieren la destreza física, la capacidad de atención y la habilidad para entender las reglas necesarias para practicar deportes organizados hasta los 6 ó 7 años.
Los niños que no han practicado mucho un deporte específico pueden necesitar tiempo para realizar con fiabilidad habilidades necesarias como chutar un balón de fútbol a la carrera o golpear una pelota de béisbol lanzada desde el montículo del lanzador. Intentarlo y fracasar, sobre todo en un partido, puede frustrarles o ponerles nerviosos.
Qué puede hacer usted: Practique con su hijo en casa. Ya sea lanzando a canasta, jugando a atrapar la pelota o saliendo a correr juntos, le dará a su hijo la oportunidad de desarrollar sus habilidades y su forma física en un entorno seguro. Su hijo puede probar -y, posiblemente, fracasar- cosas nuevas sin la timidez de estar rodeado de compañeros. Además, disfrutarán juntos de una buena dosis de tiempo de calidad.
Qué hacer cuando su hijo no es deportista
El deseo de ver a los jóvenes deportistas hacerlo bien suele ser lo que motiva a los padres deportistas a ponerse manos a la obra. A ningún padre o madre le gusta ver a su hijo demasiado tiempo en el banquillo o jugando por debajo de sus posibilidades. Ver a tu hijo esforzarse a medias es frustrante. Ya sea en el colegio, en los deportes o en las tareas domésticas, los padres siempre buscan respuestas sobre cómo ayudar a sus hijos a “esforzarse más”.
No existe una píldora mágica para la motivación, pero el primer paso es reconocer que la falta de motivación probablemente esté relacionada con el hecho de que su hijo está desanimado o no está disfrutando del deporte.
No todos los empujones son malos. De hecho, yo diría que los empujones positivos pueden ser muy beneficiosos para su hijo. La diferencia entre el empuje positivo y el empuje negativo al que tienden a recurrir los padres por frustración es enorme.
1. Haz la pregunta adecuada después de los entrenamientos o los partidos. ¿Cómo ha ido el entrenamiento? ¿Qué te ha parecido el partido de esta noche? Una o dos preguntas demuestran tu interés, mientras que demasiadas pueden dar la sensación de que estás presionando a tu deportista.